Los sistemas penitenciarios tienen una historia larga y turbulenta. En pleno siglo XXI, seguimos encerrando a las personas y aislándolas del mundo en condiciones deplorables y deshumanizadas que violan los derechos humanos básicos. Sabemos que el castigo no es una solución a los conflictos y el daño causado, pero el encierro de las personas no ha hecho que las comunidades sean más seguras; por el contrario, la privación de la libertad y de otros derechos, son la salida más fácil para no buscar soluciones a los problemas socioeconómicos.

Teniendo esto en cuenta, las mujeres que integramos y estamos construyendo esta red, creemos en la reinvención de los paradigmas sociales y en el desarrollo y apoyo para la construcción de comunidades que empoderen a las mujeres y niñas encarceladas y ex encarceladas en todo el mundo.

Te invitamos a ver la

declaración de la Red Internacional de mujeres que han estado en prisión

«Nosotras, mujeres que estuvimos en prisión, creemos que es tiempo de terminar con el encierro de mujeres y niñas alrededor del mundo»

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Primera Reunión Virtual Internacional de Mujeres
Ex Encarceladas

En un acontecimiento histórico, aproximadamente 90 mujeres ex encarceladas de 21 países se reunieron en una convocatoria virtual el 6 de diciembre de 2021, para compartir experiencias, aprender unas de otras y debatir sobre las oportunidades de incidencia política y activismo conjunta. Como se señaló en la sesión de apertura, las mujeres se reunieron no sólo para escucharse unas a otras, sino también para romper las barreras de la distancia y el idioma (la reunión contó con interpretación en 8 idiomas). Ellas sacaron tiempo de sus responsabilidades laborales y familiares para formar parte de esta red que crece día a día. Juntas están trabajando para
apoyarse mutuamente y terminar con el encarcelamiento de mujeres y niñas en todo el mundo.

¿Quiénes somos?

“¡Convertiremos nuestro dolor en poder! ¡Haremos el cambio juntas!”

Antes de la reunión, se pidió a las participantes que completaran una encuesta para ayudarnos a entender quiénes somos, como individuos y como grupo. La encuesta es un «trabajo en progreso» ya que no todas las participantes la han completado todavía. Estos son los resultados preliminares:

Intercambio de experiencias sobre el encarcelamiento de mujeres en todo el mundo

El siguiente mapa ilustra los países representados en la reunión: 

Se compartieron experiencias de la vida en la cárcel y de la salida de ella, así como los esfuerzos de activismo e incidencia política que se están llevando a cabo para abordar los asuntos relacionados con el encarcelamiento de las mujeres.

Con la intención de que fuera un espacio seguro en el que pudiéron compartir libremente, la reunión se celebró bajo normas de confidencialidad y sin observadores externos. A pesar de la naturaleza virtual de la reunión, hablaron libremente de las realidades de sus países y del dolor y el sufrimiento causados por el encarcelamiento.

Los comentarios posteriores a la reunión revelaron que, a pesar de las diferencias culturales y geográficas, las participantes se asombraron al ver que la experiencia de encarcelamiento es sorprendentemente similar en todo el mundo.

Además, muchas nunca habían tenido la oportunidad de compartir sus historias con un
público sin prejuicios; otras señalaron que no tenían ni idea de que en algunos países existían organizaciones de mujeres anteriormente encarceladas. Y otras destacaron lo importante que era para ellas saber que no están solas.

  • «A pesar de todas nuestras
    diferencias, vi lo mucho que tenemos
    en común.»

  • “Veo que las historias se repiten de
    una u otra manera. Es como si
    hubiera un manual de uso en todo el
    mundo. ¡Es muy terrible!”

  • «Cuanto más escucho sus historias,
    más sano por dentro».

aLGUNOS DE LOS PUNTOS DESTACADOS EN LA DISCUSIÓN SON:

Las mujeres sufren condiciones horrendas en la cárcel, como el hacinamiento extremo y la falta de acceso a necesidades básicas como la comida y el agua, y no tienen acceso a
productos de higiene (en particular de salud menstrual). En algunos casos, sólo reciben una comida al día. Pasan hambre todo el tiempo, y a menudo la comida está podrida. Se necesita dinero para pagar una buena comida y/o para que alguien la cocine.

En la cárcel se violan continuamente los derechos de las mujeres. Se tratan como animales. No se hace ningún esfuerzo por enseñar a las mujeres habilidades que les sean útiles al salir de la cárcel, ni por ofrecerles oportunidades de empleo y otras ayudas para cuando salgan de ella.

Las mismas autoridades penitenciarias que se supone que deben proteger y ayudar a las mujeres atrás de las rejas con la resocialización, hacen lo contrario: Abusan de las mujeres en prisión, discriminan y acosan a ciertas personas, imponen duros procedimientos disciplinarios y son violentos. Hay que prestar más atención a las agresiones sexuales, la tortura y la violencia en prisión.

Los funcionarios de las prisiones no han proporcionado las protecciones mínimas necesarias con respecto a la pandemia por el COVID-19, y el hecho de estar separadas de sus familias, amigas y amigos debido a las restricciones relacionadas con la pandemia ha causado mucho sufrimiento emocional.

Las participantes compartieron las dificultades de estar separadas de las familias y, en particular, las consecuencias extremadamente negativas para las que tienen hijos, que
pueden no tener a nadie que los cuide o acabar en instituciones estatales negligentes.
Algunas de ellas, también hablaron de dar a luz en la cárcel y del dolor de tener que entregar a los bebés.

El racismo, el estigma y la discriminación a los que se enfrentan las mujeres en prisión, y una vez que salen de ella, se dan en todo el mundo. Son rechazadas y estigmatizadas por sus familias, vecinos y la sociedad en general. Muchas no tienen hogares a donde volver. Es muy difícil conseguir un trabajo al salir de la cárcel, ya que los empleadores no quieren contratar a personas con antecedentes penales. Se necesita más apoyo para ayudar a las mujeres que salen de la cárcel para reunirse con sus familias y recuperarse.

Las leyes de drogas duras y punitivas son una de las principales causas de encarcelamiento de las mujeres. Las mujeres que usan drogas acaban entrando y saliendo del sistema judicial penal. Es una de las principales razones por las que el encarcelamiento de mujeres ha aumentado rápidamente en todo el mundo.

Las sociedades patriarcales generan un impacto desproporcionado del encarcelamiento en las mujeres. Los sistemas judiciales son racistas, sexistas y homófobos.

ALGUNAS DE LAS EXPERIENCIAS DE ACTIVISMO COMPARTIDAS SON:

España: Concientización para educar a la gente sobre lo que ocurre en las prisiones.

Nueva Zelanda: Utilizar historias y trayectorias para ayudar a otras que están en el sistema.

Colombia: Sensibilización sobre las “Reglas de Bangkok” (un conjunto de 70 reglas
relacionadas a mujeres en contacto con la ley adoptadas por las Nacione Unidas en 2010);
campaña de recogida de artículos para la salud menstrual, como toallas, y papel higiénico para las mujeres encarceladas.

Estados Unidos: Reimaginar las comunidades; campañas de indultos y amnistías; legislación sobre
alternativas al encarcelamiento para los cuidadores principales.

Kenia: Denuncia de los abusos y la violencia cometidos por las autoridades penitenciarias.


Brasil: Organizar a las mujeres que salen de la cárcel y a las y los familiares de las personas
encarceladas; crear organizaciones para defender los derechos de las personas detenidas.

¿HACIA DÓNDE VAN?

¿Qué quieren decirle al mundo?
¿Qué puedan hacer juntas que no puedan hacer por separado?

Hubo acuerdo general en que, trabajando juntas, las voces de las mujeres ex encarceladas serán más fuertes. El mundo tiene que saber que estar en la cárcel o en
prisión es aterrador y horrible. Ellas exigen que seles trata con humanidad y que se les tome en cuenta. Son seres humanos, madres, integrantes de una familia y apoyan a sus
sociedades de muchas maneras. Merecen ser escuchadas. Trabajando juntas, las mujeres quienes han estado en la cárcel pueden combatir los estereotipos negativos y cambiar la narrativa sobre quienes son.

«¡Gritaremos a todo pulmón!»
“¡Cada día somos más fuertes, y seremos escuchados y vendrá el cambio!”

Como primer paso adelante, las participantes acordaron un llamamiento internacional a la
acción: la elaboración de una declaración internacional de mujeres ex encarceladas.
 A principios de 2022 se desarrollará un proceso participativo para ello.

La convocatoria virtual fue una experiencia conmovedora y emotiva para quienes participaron en ella. Demostró que quieren contar sus historias y que se necesita más espacio para hacerlo, y que trabajando juntas son más fuertes.

«El día de hoy ha sido muy esperanzador. Hemos compartido tantas cosas que tenemos en común, y escucho el deseo de seguir construyendo nuestro movimiento. Estoy muy
emocionada de formar parte de la construcción de nuestro movimiento».
«Que el mundo nos conozca y… cambiar la forma en que el mundo nos mira. Somos hermanas, madres y somos seres humanos. Gracias por la oportunidad de compartir nuestras experiencias».

Para mas información se puede contactar a:
internationalwnetwork@gmail.com